Máscaras...

Curiosas criaturas son los humanos, interesante ver cómo creen tener el control de todo lo que hacen, todo lo que piensan, y no solo de ellos mismos, también de los demás.

Cómo llegan a creer que conocen a alguien más. Sin embargo se olvidan de que la vida es una obra de teatro, en el que todos los actores usan muchas y diferentes máscaras y son precisamente el conjunto de éstas, el verdadero ser del cada uno.

Pero cuando se acepta a alguien, se supone que que se acepta tal cual es con todo y máscaras, aunque éstas no les sean del todo agradables. Y es ahí en donde se llega a la fatídica realidad de no saber nada de nadie, de darse cuenta que no tienen el control de nada ni de nadie.

Pocos llegan a darse cuenta y sus reacciones pueden llegar a ser incluso infantiles,(según su definición de infantil) pueden aceptar la realidad o taparse los ojos y vivir en su pequeña burbuja.

Otros tantos aprenden a ver detrás de la máscara, llegan a traspasar los límites físicos y llegan a ese lugar que tanto intentamos ocultar, y si bien no tienen el control, al menos tienen una mayor certeza de lo que está por ocurrir.

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