Batalla...

La guerra continuaba, los centros de resguardo ocultaban a las personas en periodos regulares, vigilando que no hubiera cambios que pudieran crean problemas mayores.

Ella se encontraba en uno de aquellos grupos, aislada de todos sus conocidos. En aquel momento una criatura gigantesca se acercó al grupo con deseos de destruirlos poco a poco, provocando dolor.
Los equipos de defensa actuaron de inmediato, sin obtener resultados. Mientras las personas iban pereciendo de manera atroz.

Llegando al colmo de su paciencia, decidió acabar con él...

La bestia, le arrojó una esfera de energía; de un color rojo intenso hacia el cuello y una más hacia el costado, las quemaduras le escocían... sin embargo, no la derribó y antes de que lanzara una más, ella se abalanzó sobre él golpeándolo con su espada.
Desgarrando las venas protuberantes de su cuello, al tiempo que él encajaba sus uñas metálicas y negras en el delicado abdomen de la chica.

La pérdida de sangre lo debilitaba, sin embargo, antes de poder terminar con él, desapareció.

Los grupos de ayuda médica llegaron, los heridos y sobrevivientes fueron a sus hogares.

... Era dificultoso caminar, pese a ello, llevando un short y botines negros sumados los vendajes que llevaba en brazos y talle; coloreados de carmesí por la sangre que aún brotaba de las heridas, resaltaban la piel blanca de la joven mostrándola hermosa.

Apenas caminaba, cuando él se acercó. La tomó en sus brazos y la estrechó contra sí, besando sus heridas, proporcionándole descanso y consuelo a la chica...



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