¿Qué pasa, cuando aún hay imágenes y recuerdos? Cuando algo termina, ¡¿qué importa si aún los conservamos?! Pero... ¿Qué sucede pues... cuando iniciamos una nueva etapa, cuando volvemos a hacer promesas, y pregonamos nunca haber sentido o dicho algo igual, puesto que no nos creíamos capaces? ¿Qué ocurre entonces... si conservamos aún a la vista de todos, aquellos recuerdos... aquel pasado que empaña el presente e impide ver el futuro? ¿En verdad lo empaña? ¿Por qué seguimos conservando aquello, si se supone que amamos a alguien, si nos hemos dado cuenta de que nunca habíamos amada hasta ahora? Y... ¿por qué lo soportamos? ¿por qué soportamos ver aquellas imágenes que guarda la otra persona? ¿Es acaso nuestro amor, tan fuerte y firme? O ¿es que, somos tan tontos, o nos sentimos tan solos que nos ponemos la manta en el rostro y en el corazón y en todos los sentidos? ¿es que, en realidad eso ya no importa? Si sabemos que no importa, que no fue real como lo es el presente...